Proveniente de una familia humilde, empezó desde niña a destacar en las carreras, en las que ganaba a los chicos de su edad o incluso mayores.
Pese a sus prometedoras cualidades, el atletismo no ofrecía un porvenir que resolviera las dificultades económicas de su familia, por lo que al terminar la secundaria lo abandonó para ponerse a trabajar.
Actualmente aún posee los records del mundo de los 100 y 200 ml.