En vísperas del Campeonato de Europa de 1986, el europeo de 1971 en Helsinki había visto en lo más alto del podium al último lanzador de martillo no soviético en una gran competición, el alemán federal Uwe Beyer. Desde ese año, absolutamente todos los títulos fueron ganados por martillistas de la Unión Soviética. El título olímpico de 1972 fue para el maestro de lanzadores Anatoliy Bondarchuk; los dos siguientes, en el 76 y en el 80 fueron para nuestro gran protagonista: Yuriy Sedykh. Los entorchados europeos fueron para Aleksey Spiridonov en 1974 y, de nuevo, para Sedykh en el 78 y el 82.La temporada de 1986 estaba siendo fantástica para esta disciplina y especialmente para Yuriy Sedykh. El 22 de Junio, en el tradicional encuentro RDA-URSS, en Tallinn, había batido el récord mundial con 86.66. Sergey Litvinov fue ese día segundo. El 3 de Julio, en Dresde, se invirtieron los papeles, Litvinov venció a Sedykh, 86.04 (marca personal) a 84.92. Yuriy además lanza 85.68 en Budapest el 11 de agosto y en otras cuatro competiciones más va más allá de los 84 metros por tres veces de Litvinov.
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